La sociobiología en la organización: aprender a colaborar para competir

“El sentido de la existencia humana” Edward O. Wilson. 2016

Del libro del académico estadounidense mundialmente aclamado iniciador de la teoría de la sociobiología y que introdujo el término «biodiversidad» a la literatura científica me surgen los siguientes conceptos y reflexiones para llevar estas enseñanzas al ámbito organizacional:

  • La existencia de la humanidad tiene un sentido, un propósito. Los individuos tiene un propósito en la tierra, aprender. El sentido implica intencionalidad, la intencionalidad creación, y la creación un creador. El ser humano tiene su sentido en aprender y crear.

  • Somos seres audiovisuales y no tenemos en cuenta el mundo de los olores y sabores (feromonas y alomonas) donde moran casi todas las especies. Ignoramos los campos magnéticos y eléctricos que algunos animales usan para orientarse y comunicarse. Incluso en nuestro propio mundo no estamos lejos de ser ciegos y sordos. Solo somos capaces de distinguir segmentos diminutos del espectro electromagnético. Y no podemos discernir la gama completa de frecuencias de compresión que surgen por tierra, agua y aire. Y la capacidad creativa del ser humano es infinita, aunque sus arquetipos y el instinto que ilustra son pocos. Nuestra experiencia humana está totalmente limitada por nuestros sentidos, en cambio, parece que somos la especie dominante en este momento, ¿Cómo es posible?
  • Las sociedades más complejas han surgido a partir de la eusociedad, la verdadera conducta social avanzada. La eusociedad es una rareza, de las miles de líneas evolutivas en los 400 millones de años de la tierra, solo se conocen 19 y el hombre hace el 20. Una vez alcanzada halla un gran éxito ecológico.
  • De las 19 que se conocen, dos son de insectos, las termitas y las hormigas, que dominan globalmente el resto de los invertebrados del planeta. Entre hormigas y termitas suman más de la mitad de los insectos de la tierra.
  • ¿Qué caracteriza a la eusociedad? En todo el proceso evolutivo, el último paso antes de la eusociedad es la construcción del nido protegido desde el cual se envían expediciones en busca de comida y los jóvenes se pueden criar hasta convertirse en adultos. Estos criadores se dividen en exploradores proclives al riesgo y cuidadores del nido reacios al riesgo.
  • En el hombre antiguo, las relaciones sociales se primaban con tal de alentar la competitividad y la colaboración. Un proceso intenso de interacción que requería poder evaluar intenciones y exigía la capacidad de inventar y ensayar diferentes posibilidades de futuras interacciones.
  • La selección natural existe en dos niveles, la selección natural, radicada en la competitividad y cooperación entre los miembros de un grupo, y la selección grupal, que emerge entre la competencia y cooperación entre grupos. La selección grupal puede darse como consecuencia de un conflicto violento o debido a más rivalidad en la búsqueda y recolección de recursos. Nos vemos empujados a crear grupos cuando se necesitan, grupos que se anidan, se solapan, o separa de formas diversas. Casi todos los grupos compiten con otros de alguna manera. Tendemos a considerar que nuestro grupo es el mejor y construimos identidades personales como integrantes del grupo. La existencia de rivalidad ha sido un sello distintivo entre todas sociedades humanas desde la prehistoria.
  • El conflicto evolutivo se repite 2 millones de años después.. Dentro de un grupo, el individuo egoísta se impone al altruista, pero los grupos formados por altruistas, se imponen sobre aquellos compuestos por egoístas.. la selección individual fomentaba el pecado, la grupal la virtud.
  • Parece que el conflicto es la única manera a través de la cual pueda evolucionar la organización social y la inteligencia humana. Tarde o temprano daremos con la clave para convivir con este caos congénito y quizás nos deleitará observarlo como la principal fuente de nuestra creatividad.
  • El conflicto interno de la conciencia provocado por los niveles opuestos de selección natural no es una irregularidad personal, es una característica biológica para entender la condición humana y necesaria para la supervivencia de la especie. Estas presiones generan una mezcla inestable de reacciones emocionales. La mente humana cambia de humor de forma continua y caleidoscópica. Todos los seres humanos somos nobles e innobles a la vez. La inestabilidad emocional es un atributo a conservar, es la esencia de la personalidad humana y la hueste de nuestra creatividad. Necesitamos entendernos si queremos aprender a ser resistentes a las catástrofes. Debemos aprender a manejar situaciones complejas, pero no nos hagamos ilusiones de domesticar la naturaleza humana.
  • Las formas más complejas de organización social surgen de elevados niveles de cooperación. Las fomentan actos altruistas de algunos de los miembros del grupo.

  • La mejor forma de ilustrar el origen de la condición humana es a través de la interacción social producto de la selección natural: las tendencias hereditarias a comunicarnos, reconocer, evaluar, cooperar, competir, establecer vínculos afectivos y a partir de todas ellas, el inmenso y cálido placer de pertenecer a un grupo particular. La inteligencia social mejorada gracias a la selección grupal, hizo del homo sapiens la primera especie totalmente dominante de la tierra.
  • Todos los problemas del hombre derivan del mismo hecho: no sabemos lo que somos, y no nos ponemos de acuerdo en lo que queremos ser.

Parece que para que las empresas “colaboren para competir” necesitan:

  • Una visión, una intención estratégica y creadora más amplia impulsada e inspirada por los líderes. Saber lo que queremos ser y ponernos de acuerdo. Y compartir esa intención.
  • Una estrategia organizativa fundamentada en el desarrollo de la colaboración de los equipos.
  • Una intención más altruista, honesta y humilde por parte de los miembros del equipo a la hora de interaccionar y crear espacios de colaboración en equipo.
  • Las organizaciones necesitan dos espacios de trabajo e interacción, uno centrado en la explotación de los recursos dirigida por las competencias de managers y otro de exploración de nuevas fuentes de valor impulsada por las competencias de líderes.
  • Una arquitectura de equipos que a través de la interacción, en vez de competir entre ellos, aprendan a “colaborar para competir”. Necesitamos dejar de tener interacciones competitivas internas y aprender a generar espacios organizativos de colaboración competitiva.
  • El conflicto es el detonante creador de la naturaleza humana. Necesitamos comprender como funciona el ser humano y aprender a manejar en la dirección adecuada la energía de los conflictos
  • Debemos de abandonar la idea utópica del buenismo y felicismo organizacional, poner el foco en atrevernos a abordar conflictos y al centrar nuestra conciencia en cómo funciona el ser humano, generar conflictos creativos y relaciones más efectivas y sin tanto desgaste.
  • Tenemos que aprender a vivir en el caos y el conflicto y generar espacios de rivalidad creativa

Y nos plantea una amenaza, estamos a punto de dejar atrás la selección natural, el proceso que nos creó, y dirigir nuestra propia evolución desde la selección volitiva: el rediseño a nuestro antojo de la biología y la naturaleza humana.

Julián Trullén Torres. Cambiólogo

Enseñanzas (II) Carlos Castaneda. Sendero del corazón

 

Julián Trullén

Cuatro son los enemigos del aprender:

  • El primero es el miedo. Cuando un hombre empieza a aprender nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente y su intención vaga. Espera recompensas que nunca llegarán pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así comienza a tener miedo. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que experimenta el hombre empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Si el hombre aterrado echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda. Si te vence el miedo no pasa nada, solo que no aprenderás, te convertirás en un maleante, o un cobarde, o un hombre inofensivo, asustado, de cualquier modo serás un hombre vencido. Para superarlo no debes correr, debes desafiar al miedo y pese a él, dar el siguiente pasito en tu aprendizaje, debes estar lleno de miedo y no detenerte, esa es la regla.

 

  • Y llega un momento que el enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. El hombre se siente seguro, sabe sus deseos y cómo satisfacerlos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. Una vez vencido el miedo, estas libre de el para toda la vida porque has alcanzado lo claridad de mente que borra el miedo.

 

  • Esa claridad de mente es el segundo miedo, la que dispersa el miedo y también ciega la mente. Esa claridad fuerza al hombre a no dudar nunca de si. Le da seguridad porque puede hacer lo que se le antoje, porque todo lo ve con claridad, y tiene valor y no se detiene. Pero es un error porque es como si lo viera todo claro pero incompleto. Se apurará cuanto debería ser paciente o será paciente cuando debería apurarse. El hombre puede convertirse en un guerrero impetuoso o un payaso. La claridad no volverá a convertirse en oscuridad y en miedo, será claro, pero no aprenderá. Para resolverlo debe desafiar su claridad y usarla solo para ver, pensar que su claridad es un error y tener paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos. y verá que su claridad es un punto delante de sus ojos. Y verá que nada puede dañarlo. Ese es el verdadero poder.

 

  • Y puede hacer con el poder lo que quiera, su deseo es la regla, ve claro y parejo lo que hay a su alrededor, y tropieza con su tercer enemigo, el poder. Es el más fuerte de los enemigos. El manda, empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder. Y se transforma en una persona cruel y caprichosa. Un hombre vencido por el poder muere sin saber cómo manejarlo, el poder es solo una carga sobre su destino, no tiene dominio de sí mismo y no sabe ni cómo ni cuándo usar su poder. Para vencerlo debe de desafiar su poder y ser consciente que no es suyo. Debe tenerse a raya todas las horas manejando con tiento y con fe lo aprendido. Cuando se domina, sabe cuando y donde manejar su poder.

 

  • Cada uno de estos tres elementos vencen al hombre y la derrotan en definitiva. Sin control sobre uno mismo, la claridad y el poder son peores que los errores.

 

  • Y una vez aprendido a manejar el poder llega el peor enemigo del hombre del conocimiento, la vejez. Este es el tiempo cuando ha vencido al miedo, ya no tiene claridad impaciente, todo su poder está bajo control, pero siente un deseo constante de descansar. Si se arrulla en la fatiga, habrá perdido su última batalla y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento. Pero si el hombre sacude su cansancio y vive su destino hasta el final, puede ser llamado hombre de conocimiento.